CAPITULO
PRIMERO
Excúsase
el Apóstol de no haber ido antes a visitarlos; después de hacerles ver la
sinceridad de su corazón y de su doctrina.
II
Manda
restituir al incestuoso arrepentido a la comunión de la Iglesia; y con
indulgencia paternal y autoridad apostólica en nombre de Christo le alza la
pena impuesta.
III
Excelencia
de la Ley de gracia comparada con la Ley escrita. El velo que cubre a los
Judíos la inteligencia de las Escrituras, solamente se quita con la fe en
Jesu-Christo.
IV
La virtud
y eficiencia del Evangelio es más admirable predicándole los Apóstoles, hombres
frágiles y continuamente atribulados. Conducta de San Pablo llena de sinceridad.
Los Apóstoles abrumados de trabajos, pero llenos de esperanza. Los males de
esta vida son momentáneos; los bienes de la otra eternos.
V
Cómo la
tierra es un destierro, y el cielo nuestra patria. Por Jesu-Christo, Juez de
todos, somos reconciliados con Dios, siendo los Apóstoles sus embajadores.
VI
El modo de
proceder de los ministros evangélicos; y
aviso a los fieles de no mezclarse con los infieles.
VII
Muestras
del amor entrañable entre San Pablo y los Corinthios. La tristeza que les
ocasionó les fue muy saludable.
VIII
Con el
ejemplo de los Macedonios exhorta el Apóstol a los Corinthios a contribuir con
largas limosnas al socorro de los pobres Cristianos de Jerusalem.
IX
Prosigue
la misma exhortación con nuevas razones; en las que da el Apóstol algunos
avisos sobre la limosna, y dice que se debe dar con gusto, para conseguir el
merito de ella.
X
Conducta
de San Pablo contrapuesta a la de los falsos apóstoles, los cuales
calumniándole, impedían el fruto de su predicación.
XI
Prosigue
su discurso contra los falsos apóstoles, gloriándose de que ha ejercido su
ministerio sin recibir ningún socorro, y de los trabajos que ha sufrido.
XII
En prueba
de la verdad y excelencia de su apostolado, refiere San Pablo sus visiones y revelaciones; y concluye manifestando su
amor a los Corinthios.
XIII
Amenaza el
Apóstol con graves castigos a los que no se hubieren enmendado; y concluye con
una exhortación general.